miércoles, 7 de abril de 2010

Crisis a cualquier edad...

Muchos hablan del dilema de llegar a los treinta, pero creo que sólo es porque estamos en un país relativamente joven y la mayoría de nuestros pobladores están por llegar a esa edad, según datos del INEGI, está población representa un poco más del 20% del total personas que habitan en la Bicentenaria República Mexicana. Pero me dejaré de estadísticas y números, que por cierto no fueron mis grandes amigos en la escuela y determinaron mi elección y orientación vocacional por las ciencias sociales.

En realidad, quiero escribir sobre la crisis que enfrenta la raza humana, en específico el género femenino cuando los cuarenta tocan a la puerta, ofreciendo achaques, malestares, deudas, traumas, fobias, paranoias, frustraciones y podría continuar con una lista enorme escrita sobre un rollo de papel (dizque) higiénico, pero me traumaría más y de lo que se trata es de desahogarme.

Es una etapa difícil (Creo que todas), pero eso de cambiar y aumentar décadas a los cumpleaños, acumular grasa en las caderas y entrenar para astronauta (por aquello de la gravedad) definitivamente, no es lo mío. Todo es igual pero nada lo mismo; no es como cuando tenías 20 y el mundo llevaba tu nombre, o 30, con esa etiqueta de profesionista, fashonista, deportista, chelero, bullanguero, bueno siempre y cuando tuvieras un empleo (o varios) más o menos (más que menos) bien pagado que te permitiera cumplir con los standares de SOCIALIZACIÓN, DIVERSION, COMUNICACIÓN, ENTRETENIMIENTO, que exige AHORA, no sólo nuestra sociedad sino la del mundo; te lo permitiera, pero al final seguías siendo el dueño de tus quincenas (aunque solo de manera coloquial) . Pero ahora, a los 40, todas las posibilidades se reducen y si esto fuera poco, como mujer, se reducen aún más… Si quieres conseguir empleo, si quieres ser mamá, si quieres tener novio y si aún quieres casarte (NO!!!!!!!!) y de aquí pa’l real, dijera mi a má….

Estoy peor que los programas sobre las profecías de Nostra Damus o el fin del mundo según los mayas, total, sí todo va a terminar qué más da si tengo 30 (y algo) y estoy por llegar a los 40. Digo alguna vez tuve 20 y el mundo traía mi nombre y también tuve 30 y pude realizar una faena con mis deudas y hasta me sobro para pagar las curas de las crudas. Entonces!!, que vengan los 40 y veremos de qué cuero (que por cierto sobra bastante) salen más correas…. Espero poder desahogarme de nuevo y escribir sobre la cuarta década de mi vida y el trauma de pasar a la quinta, (si es que llego o tengo ganas de exhibirla)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Ahora te toca a tí...