viernes, 9 de abril de 2010

Te voy a contar un secreto....

Tengo días escribiendo y créeme que no había encontrado un mejor remedio a mi estrés que el poner a chambear a las neuronas y volverme una negrera con el teclado, los dedos me duelen y se quejan por la sesión de cardio que tienen todos días.
Sin embargo, hoy amanecí con la inspiración un poco pasmada, creo que el haberme ido a la cama después de ver el noticiario de la noche, provocó que mis neuronas titiritarán de miedo y no terminen de jugar a las escondidas.
Yo también jugaría sí tuviera un lugar seguro donde refugiarme ante tanta violencia humana y No humana, no sé de qué esconderme primero, si de la Naturaleza del planeta o de la Naturaleza del Homo sapiens….

jueves, 8 de abril de 2010

Odio los infomerciales….

Nada es suficiente para remediar esta tensión, que ni siquiera sé de dónde llegó, las dosis de Valerina y Passiflora nunca fueron demasiadas y gastar en tantas infusiones insuficientes, elevó más el nivel (si es que podemos medirlo) de tensión. Que patético! El tratar de aliviar el estrés, me generó más estrés….
Pero la culpa la tienen los infomerciales?....Odio esos infomerciales que hacen de mi autoestima un negocio y de mi salud su monopolio de riquezas….Cómo es que en el pasado resolvían el problema de la obesidad? Acaso necesitaban comprar unos Step Gym, Bio Shaker o un Climb Treck, por supuesto que no, sólo no tenían un Burger King ni un Mc Donald’s que propiciaran el crecimiento de empresas dedicadas a la “tecnología del desengorde”. Será que están en sociedad, y las hamburguesas deban de llevar una dosis más alta de grasa todos los días y la máquina de la mercadotecnia empiece a funcionar y tengamos que consumir productos para bajar esas carnes? Creo que somos parte de una cadena alimenticia, donde los depredadores y depredados son lo mismo. Consumimos hamburguesas, engordamos y por lo consiguiente necesitamos desengordarnos, y que mejor para empezar que un INFOMERCIAL a las dos de la mañana que haga más placentero el insomnio por la comilona, y borre cualquier rastro de remordimiento, haciendo de mi culpa su fortuna.
Quieren convencerme de que un abdomen casi invisible, es resultado (“Según”) de sólo caminar 10 minutos diarios con unos tenis mágicos, que además moldearan mi puerquecito y aumentarán mi busto (que no tiene remedio, más que con implantes) tornearán mis piernas y levantarán mis glúteos?( Quiero vomitar!!!!!) Patrañas, le creo más al final de los cuentos de hadas… “Y vivieron felices para siempre”…
Sólo digamos “No” a esos productos milagrosos que prometen acabar con todos los males de la sociedad actual y quiero resaltar: “Sólo de está sociedad actual”: Stess, obesidad, pérdida de cabello, canas, celulitis, flacilitis, pecholitis, pompitis, arrugüitis, etcétera, etcétera, etcétera…
No te estreses si tú espejito o espejote te dice que “NO” eres la más Buenona o Buenon del planeta, seguro tendrás otras cualidades que resaltar, como una bonita letra, o buenos sentimientos…. Lo importante es gozar de buena salud física y mental.
Espero que con todo esto, no haya hecho un comercial para un infomercial y corras a encender tu televisión para mirar 2 horas de remedios p’a dolores y toda clase de errores…

miércoles, 7 de abril de 2010

Crisis a cualquier edad...

Muchos hablan del dilema de llegar a los treinta, pero creo que sólo es porque estamos en un país relativamente joven y la mayoría de nuestros pobladores están por llegar a esa edad, según datos del INEGI, está población representa un poco más del 20% del total personas que habitan en la Bicentenaria República Mexicana. Pero me dejaré de estadísticas y números, que por cierto no fueron mis grandes amigos en la escuela y determinaron mi elección y orientación vocacional por las ciencias sociales.

En realidad, quiero escribir sobre la crisis que enfrenta la raza humana, en específico el género femenino cuando los cuarenta tocan a la puerta, ofreciendo achaques, malestares, deudas, traumas, fobias, paranoias, frustraciones y podría continuar con una lista enorme escrita sobre un rollo de papel (dizque) higiénico, pero me traumaría más y de lo que se trata es de desahogarme.

Es una etapa difícil (Creo que todas), pero eso de cambiar y aumentar décadas a los cumpleaños, acumular grasa en las caderas y entrenar para astronauta (por aquello de la gravedad) definitivamente, no es lo mío. Todo es igual pero nada lo mismo; no es como cuando tenías 20 y el mundo llevaba tu nombre, o 30, con esa etiqueta de profesionista, fashonista, deportista, chelero, bullanguero, bueno siempre y cuando tuvieras un empleo (o varios) más o menos (más que menos) bien pagado que te permitiera cumplir con los standares de SOCIALIZACIÓN, DIVERSION, COMUNICACIÓN, ENTRETENIMIENTO, que exige AHORA, no sólo nuestra sociedad sino la del mundo; te lo permitiera, pero al final seguías siendo el dueño de tus quincenas (aunque solo de manera coloquial) . Pero ahora, a los 40, todas las posibilidades se reducen y si esto fuera poco, como mujer, se reducen aún más… Si quieres conseguir empleo, si quieres ser mamá, si quieres tener novio y si aún quieres casarte (NO!!!!!!!!) y de aquí pa’l real, dijera mi a má….

Estoy peor que los programas sobre las profecías de Nostra Damus o el fin del mundo según los mayas, total, sí todo va a terminar qué más da si tengo 30 (y algo) y estoy por llegar a los 40. Digo alguna vez tuve 20 y el mundo traía mi nombre y también tuve 30 y pude realizar una faena con mis deudas y hasta me sobro para pagar las curas de las crudas. Entonces!!, que vengan los 40 y veremos de qué cuero (que por cierto sobra bastante) salen más correas…. Espero poder desahogarme de nuevo y escribir sobre la cuarta década de mi vida y el trauma de pasar a la quinta, (si es que llego o tengo ganas de exhibirla)

martes, 6 de abril de 2010

Por escuchar a las Hormonas....

Hay días en la vida de las mujeres que no deberían de ocurrir...Derrame de fluídos, sentimientos en ebullición, mutaciones del carácter, Dios mío!!! Creo que soy una Máquina de emociones.... Y precisamente estas varicaciones en mis estrógenos propiciaron que viera una de esas tantas películas más dulces que un mocachino con crema batida, jarabe y granillo de chocolate, "Dear John". No me pareció mal la historia, aunque fuera bastante predecible, pero esas historias de amor color rosa, que digo rosa, MAGENTA, son sólo tolerables en estos días de cólicos interminables, que ni con una dosis doble de Pamabrom, terminan....

"Prometo no volverlo hacer, bueno sólo hasta el próximo periodo".....